A tiro de piedra de la hermosa playa de arena, esta casa de vacaciones bien equipada en Ostende le da la bienvenida.
Disfrute de unas relajantes vacaciones con su familia en este confortable piso, que le ofrece todo lo necesario para unas vacaciones sin preocupaciones. El lugar central del piso de la planta baja es el salón, que combina cocinar en la cocina abierta, jugar en la mesa de comedor y relajarse en el sofá.
Después de desayunar, coja su bolsa de playa y diríjase a la fantástica y amplia playa de arena. Juega con tus hijos en la arena y refréscate en las olas del Mar del Norte. A pesar de su escasa población, la ciudad portuaria de Ostende es un lugar muy animado con mucha oferta de entretenimiento. Ostende está a sólo 35 kilómetros de la frontera holandesa. Es una buena idea visitar el Kursaal después de un agradable día de playa, donde encontrará entretenimiento, variedad y emoción en la sala de conciertos, el restaurante y el gran casino. En Ostende hay excelentes oportunidades para ir de compras, como en la Kapellestraße. Algunos tesoros culturales, como el museo al aire libre de la Muralla Atlántica, el barco museo Amandine, la iglesia de San Pedro y San Pablo, el Fuerte Napoleón y la antigua residencia real de verano, merecen sin duda una visita.
Disfrute de unas relajantes vacaciones con su familia en este confortable piso, que le ofrece todo lo necesario para unas vacaciones sin preocupaciones. El lugar central del piso de la planta baja es el salón, que combina cocinar en la cocina abierta, jugar en la mesa de comedor y relajarse en el sofá.
Después de desayunar, coja su bolsa de playa y diríjase a la fantástica y amplia playa de arena. Juega con tus hijos en la arena y refréscate en las olas del Mar del Norte. A pesar de su escasa población, la ciudad portuaria de Ostende es un lugar muy animado con mucha oferta de entretenimiento. Ostende está a sólo 35 kilómetros de la frontera holandesa. Es una buena idea visitar el Kursaal después de un agradable día de playa, donde encontrará entretenimiento, variedad y emoción en la sala de conciertos, el restaurante y el gran casino. En Ostende hay excelentes oportunidades para ir de compras, como en la Kapellestraße. Algunos tesoros culturales, como el museo al aire libre de la Muralla Atlántica, el barco museo Amandine, la iglesia de San Pedro y San Pablo, el Fuerte Napoleón y la antigua residencia real de verano, merecen sin duda una visita.