Disfrute de esta cómoda y amplia casa para unas vacaciones exitosas con piscina privada.
Cerca del centro turístico de Porec, esta luminosa villa le da la bienvenida y le hará pasar unas vacaciones perfectamente felices. La distribución en dos plantas es ideal para dos familias que viajen juntas pero que quieran conservar su intimidad. Las paredes de piedra vista, las baldosas de efecto madera y el elegante mobiliario invitan a sentirse como en casa y a disfrutar de la vida. Relájese en las salas de estar, cocinen juntos y relájese con una copa de vino en los balcones. Desde aquí también podrá contemplar el mar y el paisaje y planificar mentalmente sus próximas actividades. También le apetecerá pasar tiempo en el jardín, darse un chapuzón en la piscina de agua salada y escuchar su podcast favorito en el solárium.
La ciudad de Kastelir es conocida por sus festivales de cine, música y oferta gastronómica, especialmente por sus trufas y vinos. La ciudad está rodeada de naturaleza, olivos y viñedos, pero a sólo unos kilómetros de la costa y de hermosas playas de arena. Para los más aventureros, hay un carril bici no muy lejos que lleva hasta el río Mirna y le promete maravillosas experiencias en la naturaleza que le reanimarán para su vida cotidiana.
Cerca del centro turístico de Porec, esta luminosa villa le da la bienvenida y le hará pasar unas vacaciones perfectamente felices. La distribución en dos plantas es ideal para dos familias que viajen juntas pero que quieran conservar su intimidad. Las paredes de piedra vista, las baldosas de efecto madera y el elegante mobiliario invitan a sentirse como en casa y a disfrutar de la vida. Relájese en las salas de estar, cocinen juntos y relájese con una copa de vino en los balcones. Desde aquí también podrá contemplar el mar y el paisaje y planificar mentalmente sus próximas actividades. También le apetecerá pasar tiempo en el jardín, darse un chapuzón en la piscina de agua salada y escuchar su podcast favorito en el solárium.
La ciudad de Kastelir es conocida por sus festivales de cine, música y oferta gastronómica, especialmente por sus trufas y vinos. La ciudad está rodeada de naturaleza, olivos y viñedos, pero a sólo unos kilómetros de la costa y de hermosas playas de arena. Para los más aventureros, hay un carril bici no muy lejos que lleva hasta el río Mirna y le promete maravillosas experiencias en la naturaleza que le reanimarán para su vida cotidiana.