La casa se extiende sobre poco más de 400m2. El espacio habitable se divide en cinco dormitorios, una cocina, un comedor, dos salas de estar y en la planta baja se encuentran habitaciones para socializar y entretener.
La mayor parte del mobiliario se fabricó en Milán en una empresa familiar donde cada detalle de los muebles está hecho a mano. Además de dos chimeneas, la casa está decorada con cuadros del famoso pintor Charles Billich y un piano, y la pared del comedor fue pintada a mano por un joven artista de Rijeka.
A la hora de diseñar el jardín, se ha procurado que se integre lo mejor posible en el entorno natural. Para mayor comodidad, hay una piscina, una terraza para tomar el sol y una bañera de hidromasaje. Detrás de la casa hay un césped con instalaciones para niños y una barbacoa.
El encanto mediterráneo y las hermosas vistas hacen que esta villa sea ideal para unas maravillosas vacaciones en familia o con amigos.