Con la vista panorámica del mar, no podrá evitar relajarse. En la casa hay bonitas habitaciones, un pequeño salón, una cocina y un bonito cuarto de baño.
En el exterior hay varias terrazas y un refugio donde tumbarse a contemplar el agua. Se puede saltar a las olas a sólo 50 metros de la casa. Así que no te olvides de meter el bañador en la maleta.
En los alrededores hay grandes bosques y casas solariegas y merece la pena visitar Djurs Sommerland, con sus numerosas atracciones para grandes y pequeños. En la selva tropical de Randers hay muchos animales exóticos con los que maravillarse.