A pocos metros de las aguas cristalinas, este alojamiento acogedor le ofrece todo lo necesario para unas vacaciones relajantes. Las luminosas habitaciones y el acogedor mobiliario crean un ambiente relajado que le hará sentirse como en casa. Comience el día con un café en el bar vecino o en la terraza con magníficas vistas al mar y a la isla de Hvar. Por la noche, las konobas locales del pueblo le invitan a hacer descubrimientos culinarios.
La cercana playa de guijarros con su pequeño café es ideal para relajarse y disfrutar del sol. El tranquilo pueblo de pescadores no sólo le ofrece momentos culinarios, sino también el telón de fondo perfecto para relajantes paseos por la costa. Para los más aventureros, se recomiendan excursiones a Blato o Vela Luka. La propia isla de Korula impresiona por su rica historia, sus encantadoras callejuelas y el famoso casco antiguo, al que a menudo se alude como una pequeña Dubrovnik. Sumérjase en el estilo de vida mediterráneo.