La casa dispone de dos terrazas en una gran parcela vallada. Todas las habitaciones se caracterizan por un mobiliario acogedor y funcional. Una estufa de leña proporciona un calor acogedor durante todo el año.
El alojamiento ofrece una hermosa vista de las cadenas montañosas del bosque de Turingia.
En las inmediaciones hay innumerables rutas de senderismo que no dejan nada que desear. Muchos destinos de excursión esperan su visita, a pie o en coche. Turingia también tiene mucho que ofrecer a los amantes de la cultura, como las ciudades históricas de Erfurt, Weimar, Gotha o Eisenach, a las que se llega en poco tiempo. Visite el Museo Alemán del Termómetro y el antiguo molino Braunstein en Geraberg.