Disfrute de un tiempo inolvidable con senderismo, pesca y placeres culturales.
Encontrará esta blanca casa de vacaciones casi directamente junto al fiordo. Los colores cálidos, los muebles de madera, las estufas de leña y la acogedora zona de sofás con su gran sofá esquinero rojo crean un ambiente acogedor en el que tanto los pequeños como los grandes huéspedes de vacaciones se sentirán como en casa. Desde la cocina podrá ver a sus alegres hijos jugando al Uno en la mesa del comedor. Disfrute de las largas tardes de verano en las terrazas con deliciosa comida de la parrilla. ¿Quién desafiará a quién en bádminton? El fiordo está a sólo unos minutos a pie, donde podrá pasar hermosos días chapoteando, nadando, pescando y haciendo picnic.
Una visita al casco antiguo de Fredrikstad, con su singular y bien conservado centro urbano de la década de 1660, es un gran atractivo. Sumérjase en la historia, pasee por las callejuelas y cene en un buen restaurante a orillas del río más largo de Noruega, el Glomma. En los calurosos días de verano se puede ir en coche a las playas, Humlekjærstranda y Bevøstranda.
Encontrará esta blanca casa de vacaciones casi directamente junto al fiordo. Los colores cálidos, los muebles de madera, las estufas de leña y la acogedora zona de sofás con su gran sofá esquinero rojo crean un ambiente acogedor en el que tanto los pequeños como los grandes huéspedes de vacaciones se sentirán como en casa. Desde la cocina podrá ver a sus alegres hijos jugando al Uno en la mesa del comedor. Disfrute de las largas tardes de verano en las terrazas con deliciosa comida de la parrilla. ¿Quién desafiará a quién en bádminton? El fiordo está a sólo unos minutos a pie, donde podrá pasar hermosos días chapoteando, nadando, pescando y haciendo picnic.
Una visita al casco antiguo de Fredrikstad, con su singular y bien conservado centro urbano de la década de 1660, es un gran atractivo. Sumérjase en la historia, pasee por las callejuelas y cene en un buen restaurante a orillas del río más largo de Noruega, el Glomma. En los calurosos días de verano se puede ir en coche a las playas, Humlekjærstranda y Bevøstranda.