Está situada en una colina en la campiña del Canal du Midi, a 22 km de Narbona, 32 km de Béziers y 1 hora de Carcasona. Ofrece una vista espectacular de los viñedos y del pueblo desde la terraza. El jardín, completamente cerrado, es un oasis de calma y frescor gracias a su exuberante vegetación. No hay tráfico directo en las inmediaciones.
La villa se puede alquilar en cualquier temporada, ya que el buen aislamiento, la chimenea y los convectores eléctricos proporcionan calor. Se entra desde el exterior a un salón-comedor espacioso y cómodamente amueblado, con un gran ventanal frontal y una hermosa vista. El gran dormitorio tiene aire acondicionado y baño en suite. Todas las habitaciones están equipadas con mosquiteras. Disfrutará de cada momento de sus vacaciones gracias a una bonita cocina de verano con barbacoa, una casita de piscina, las distintas terrazas, una de ellas cubierta y otra protegida por un toldo. Siempre habrá un lugar a la sombra para usted.
El pueblo de Cruzy es un verdadero oasis de calma. No está lejos del Canal du Midi, en la frontera de Aude y Herault, a 100 km de Montpellier. Cruzy se alza sobre el río Nazoure, cerca de Montouliers y Ouveillan, en las colinas boscosas, los valles y los viñedos de St Chinian. Este pueblo típico y bien conservado le invita a descubrirlo. Tendrá donde elegir: explore magníficas obras como castillos, abadías y museos, o prefiera magníficos fósiles de dinosaurios y una excepcional colección de cerámica prehistórica. ¿O prefiere visitar la región con sus encantadoras ciudades como Minerva, Olagues, Cessenon-sur-Orb, Roquebrun o prefiere los parques regionales y las hermosas pistas de descenso? Cruzy es el punto de partida de una de estas rutas llamada "Défilé de Marie Close", un desfiladero estrecho y profundo que le hechizará. En cualquier caso, ¡hay para todos los gustos!
Los gourmets deben recorrer los coloridos mercados locales para probar algunos de los platos más populares: Entre los mejores está el "Petit Pâté de Pézenas", un rollo de masa dorada relleno de carne de cordero dulce y salada. Se sirve como entrante o postre y se acompaña preferentemente con un vino tinto de los renombrados viñedos de las Corbières o un Muscat de Frontignan. Los amantes del marisco no deben perderse las ostras con sus sutiles aromas yodados de Gruissan y Leucate. Una copa de vino de Gruissan o un Chardonnay muy fresco redondearán esta excursión culinaria.
En resumen, una hermosa casa de vacaciones con piscina privada le espera para unas maravillosas vacaciones en el Languedoc.