Esta es una casa de vacaciones en Fincallorca.
Desde el comedor, cuyas luces de cuerda náuticas dan a la estancia un ambiente casi de velero, se pasa a través de un arco cuadrado a la moderna cocina, equipada con un enorme frigorífico que le ayudará en sus conquistas culinarias. Gracias a los grandes ventanales, entra mucha luz en las habitaciones, lo que confiere a toda la casa un carácter acogedor. La ventana de ojo de buey entre el comedor y el salón es un verdadero punto de atracción. Una estantería circundante enmarca esta ventana en el lado del salón. Después de cenar, puedes disfrutar de una película o ver la televisión por satélite en la acogedora zona de estar con sofá y chaise longue. Los demás huéspedes se alojan en la planta baja, donde hay tres dormitorios: dos con cama de matrimonio y uno con dos camas individuales. Uno de los dormitorios dobles puede considerarse la suite de la villa; por último, el cuarto de baño en suite con bañera de hidromasaje ofrece todo lo necesario para momentos especialmente relajantes. Los otros dos dormitorios comparten un cuarto de baño que, como el resto de la casa, se caracteriza por su diseño interior minimalista e inmaculado.
A sólo 5 km al este se encuentra la ciudad medieval de Artà, que ofrece numerosas oportunidades para ir de compras. La atractiva zona peatonal invita a detenerse y disfrutar de un espresso recién hecho. Dependiendo de la dirección del viento, se puede oír una carretera en la villa, pero esperamos que esto no le moleste; después de todo, es lo que le llevará a las hermosas playas de la costa este. El Parc natural de la Península de Llevant se encuentra a 10 kilómetros de la villa y ofrece un verdadero paraíso de rutas de senderismo costeras. El Caminet dels Carabiners, que comienza en Cala Estreta, permite descubrir numerosas calas realmente encantadoras. El animado puerto de Cala Ratjada está a 15 km y desde aquí se puede dar un paseo hasta el faro de Punta de Capdepera.
La villa de nueva construcción Can Pallater, a 5 km al oeste de la ciudad medieval de Artà, le da la bienvenida con una gran parcela desde la que podrá disfrutar de una gran vista del interior de la isla. El macizo de Llevant, visible a lo lejos, es ideal para practicar senderismo, mientras que a playas naturales como Cala Mesquida o Cala Torta se puede llegar en coche en unos 20 minutos.