Como pequeño punto culminante, le espera una sala de actividades con futbolín y dardos, así como una mesa de ping-pong en el exterior. Así que aquí nunca hay aburrimiento y la diversión para toda la familia está garantizada.
También son ideales las cortas distancias a todos los servicios públicos. Restaurantes, supermercado, bancos, panadería, carnicería, gasolinera y estación de tren están a pocos pasos.
A pesar de la céntrica ubicación en el pueblo, vivirá muy tranquilo. La zona de vacaciones de Wingst, con sus numerosas atracciones, está a sólo 5 minutos. Y el Mar del Norte en Otterndorf está a sólo 15 minutos en coche.